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San Pablo, Mayo 2025 – Cada vez más presentes en el entorno urbano, las motocicletas se han consolidado como una herramienta esencial para los servicios de entrega, siendo sometidas a rutinas intensas en el día a día de las ciudades. El mantenimiento preventivo es la mejor aliado para la seguridad del motociclista, pero la inspección visual también es útil y puede ser realizada por el propio conductor.
Para aumentar la eficiencia y, como consecuencia, la rentabilidad de estos profesionales, NGK, marca Niterra especializada en sistemas de encendido, elaboró una lista con los principales componentes que pueden verificarse diariamente mediante una inspección visual, ayudando a prevenir fallas.
Estado de los neumáticos: deben estar correctamente inflados y dentro de los límites de desgaste, para asegurar buena adherencia al suelo, estabilidad durante la conducción y mayor seguridad. Neumáticos desinflados, además de afectar la manejabilidad, interfieren negativamente en el consumo de combustible.
Sistemas de iluminación y luces de señalización: deben estar alineados y, en caso de fallo de algún componente, la sustitución debe ser inmediata. Al final, la baja visibilidad está entre los principales factores de accidentes.
Sistema de frenos: requiere una verificación minuciosa. Observe el estado de las pastillas, discos, líquido de frenos y zapatas del freno trasero. En situaciones de emergencia, una reacción rápida y eficaz puede marcar la diferencia.
Sistema de transmisión: además de la lubricación periódica y ajuste de la holgura, es necesario verificar el desgaste de componentes como cadena, corona y piñón. Piezas muy desgastadas pueden provocar desprendimiento o ruptura de la cadena y, consecuentemente, la pérdida de tracción de la motocicleta.
Funcionamiento del motor: puede presentar fallas identificadas mediante ruidos inusuales, dificultad en el arranque, fallos en la aceleración e inestabilidad. Un motor en buen estado garantiza el mejor rendimiento, evita roturas inesperadas y contribuye a la seguridad y economía de combustible, que representa una parte importante del costo de un motociclista profesional.
En el uso frecuente de motocicletas, es común que el conductor se acostumbre a sus reacciones y ruidos. Por ello, cualquier alteración en el comportamiento del vehículo y la aparición de sonidos inusuales pueden indicar un problema importante. Para evitar fallas, es esencial mantener el plan de mantenimiento al día. Ante cualquier anomalía, es fundamental llevar la motocicleta o scooter a un profesional para evaluación.
“La falta de mantenimiento es una de las principales causas de problemas en el motor. Postergar el cambio del aceite lubricante y del filtro, o el uso del vehículo sin filtro de aire es una práctica común y perjudicial para el motor. Además, el hábito de acelerar el motor hasta el límite de revoluciones es otro factor que compromete seriamente su funcionamiento, pudiendo generar problemas por exceso de velocidad”, alerta Hiromori Mori, Consultor de Asistencia Técnica Niterra. “Estos comportamientos pueden provocar desgaste prematuro, aumentar el consumo de combustible e incluso dañar el sistema de escape. Por lo tanto, la conducción responsable y el mantenimiento preventivo son fundamentales para preservar la vida útil del motor de la motocicleta.”
Para vehículos de baja cilindrada, generalmente monocilíndricos, el mantenimiento suele ser simple y de bajo costo. NGK recomienda la inspección de las bujías de encendido cada 6 meses o 6.000 km, lo que ocurra primero. Además de las bujías convencionales de níquel, ofrece las bujías Iridium IX, que proporcionan mejor encendido, favoreciendo el consumo de combustible y el rendimiento. Este tipo de bujía también está disponible para scooters y motos de media y alta cilindrada. Además, NGK ofrece una línea completa de terminales supresores, también conocidos como “cachimbos”, que garantizan excelente estanqueidad y evitan fallas en días lluviosos.